Sabores de media noche...

A veces paso las noches mirando esas viejas fotografías, respiro profundo, escucho las mismas melodías de “aquellos tiempos” y no logro comprender, cuándo o cómo pasaron las cosas frente de mis ojos, los años han volado, y yo no he podido alcanzarles… Miraba esos ojos tenues tuyos, esos ojos indefinidos que captaban mi atención siempre que te aparecías en mi camino, un tanto irreal un tanto sutil, mantenía la mirada en ellos, y de pronto me parecían otros ojos verdes, un verde tan diferente, nunca antes visto, sin darme cuenta había llegado a lo que tanto temía en ese entonces… Recuerdos, hubiese dado mi vida por hacer eternos esos instantes mágicos con tu presencia y la mía en el mundo nuestro, en tu vida y mi vida, en lo que éramos…  En qué momento nos convertimos en vagos recuerdos? Como permití que el amor se escurriera por mis manos?, donde estaba cuando se moría nuestro sueño?… Tantas interrogantes, y tan pocas afirmaciones, sobre la nada intento buscar en una fotografía un trozo de ayer, un segundo de pasado, un cálido abrazo, una mirada cautiva, un beso fugaz… Estoy vacía, sin mañana, sin ayer, sosteniéndome sobre cada letra que escribo, sobre cada línea que se dibuja en mis cuadernos, sostenida, aferrada a la nada, buscando quizás en el pasado algo que me reconforte, algo que me devuelva la calma, algo que me haga sentir acompañada, algo que me diga que no camino por las calles sin una mano que me guie, algo que me engañe para no ver lo concreto. Lo concreto de vivir cada día sin un testigo de mis sonrisas, de mis sueños, de mi paso por este mundo, sin el compañero fiel que tanto le hace falta a este corazón en fuga….